16 octubre 2014

Lamentaos y disciplinad

Texto: 1 Corintios 5

Tema: Inmoralidad sexual en la iglesia

 

I.- INTRODUCCIÓN

Varias de las cartas del Nuevo Testamento fueron escritas con el propósito divino de corregir errores doctrinales y prácticas pecaminosas. Una de esas cartas es 1 a los Corintios.

         En el capítulo cuatro el apóstol Pablo escribe para defender su apostolado y defender a Apolos quien les ministró o sirvió. Él habla de su testimonio y su limpia conciencia para con Dios y los corintios.

En los versículos del ocho al 13, Pablo establece un contraste entre las penurias que han sufrido como apóstoles y siervos de Cristo y como se veían y sentían los corintios en comparación con Pablo y Apolos.

En los versículos 14 hasta 21 Pablo les explica por qué les habla así, que él habría de ir a ellos y enfrentar a los palabreros que carecen del poder de Dios y les pregunta en el versículo 21 cómo ellos prefieren que él los trate cuando los visite.

         Luego de ello llegamos al famoso capítulo 5 al que muchos le sacan el cuerpo como si no estuviese en la Biblia. En este capítulo Pablo enfrenta una situación vergonzosa y delicada dentro de la iglesia.

 

II.- DESARROLLO

1.- Escándalo sexual en la iglesia: (v.1) Había una inmoralidad sexual que aun los paganos la consideraban escandalosa, alguien tenía relaciones sexuales con la esposa de su padre. Escandalosa en un país en el cual la inmoralidad sexual era lo común; cuando querían ofender a alguien lo llamaban corintio.

Fornicación: (porneía) prostitución (incluido adulterio e incesto), relación sexual ilícita.

 

2.- Actitud de la iglesia: (v.2) En lugar de lamentarse y afligirse por el pecado de fornicación, los corintios se sentían orgullosos; en lugar de expulsar al fornicario, los corintios lo toleraban en medio de ellos como si nada pasara.

Envanecidos: (fusióo) en el sentido primario de soplar; inflar, i.e. (figurativamente) hacer orgulloso (altanero, hincharse.

Lamentado: (pendséo) afligirse (el sentimiento o el acto), triste, lamentar, llorar, luto.

Quitado: (exaíro) remover, quitar, sacar. Algunas versiones traducen expulsar.

 


3.- El pecador juzgado: (vs.3-5) Aunque no estaba presente en Corinto, ya el apóstol Pablo había juzgado al fornicario, al incestuoso.  No confundirse con 4:5 porque allí Pablo está hablando de juzgar cosas que están ocultas, la conciencia, las intenciones del corazón, las actitudes. El cristiano sólo puede juzgar hechos.

         El apóstol apela al nombre y al poder de Jesucristo; el juzgar y disciplinar al pecador no se debe hacer por las razones incorrectas ni en la carne. Note que la iglesia debía reunirse para tales fines y considerar como si el apóstol Pablo también estuviera reunido con ellos. La iglesia debe asumir responsabilidad en el juzgar el pecado y disciplinar al pecador.

         La idea del versículo cinco no es muy clara, algunos consideran que implica que, al ser sacado de la comunión con los hermanos, el pecador estaría bajo la esfera de dominio de Satanás y que al ser afligido (hasta físicamente) ello lo haría reconocer su pecado y arrepentirse del mal.

Juzgado: (kríno) propiamente distinguir, i.e. decidir (mental o judicialmente); por implicación tratar, condenar, castigar:-pensar, pleito, resolver, acordar, condenar, decidir, determinar, diferencia, hacer (justicia), juez, juicio, juzgar.

 

4.- Razones para disciplinar: (v.6-8) Pablo los recrimina de nuevo por su conducta contraria a la vida cristiana, los corintios se sentían orgullosos en lugar de lamentarse por el pecado.

         Ellos ignoraban que un poco de levadura fermenta toda una gran masa. La levadura, en sentido espiritual, se usa como figura de un mal que se esparce y vuelve impuro al grupo entero. Puede ser una conducta o una doctrina (Mateo 16:5-7,12; Lucas 12:1; Gálatas 5:9).

         Pablo les dice que debían limpiarse de la vieja levadura, de las conductas y creencias pertenecientes al viejo hombre. Aquí Pablo hace referencia a la Pascua y nos dice que nuestra Pascua, que es Cristo, fue celebrada y, por lo tanto, debemos despojarnos de malicia y de maldad y en su lugar mostrar sinceridad y verdad.

         Aunque para los corintios la inmoralidad sexual era lo normal y bien vista, ya para los corintios cristianos eso no debía ser así.

         Jactancia: (kaújema) jactancia (por implicación el acto) en buen o mal sentido:-gloria, gloriarse, jactancia.

         Malicia: (kakía) maldad, i.e. (subjectivamente) depravación, o (activamente) malignidad, o (pasivamente) problema:-mal.

         Maldad: (ponería) depravación, i.e. (específicamente) malicia; plural (concretamente) complot, pecados, perversidad.

         Sinceridad: (eilikríneia) claridad, i.e. (por implicación) pureza (figurativamente):-sinceridad.

         Verdad: (alédseia) verdad, veraz.

 

5.- La separación bíblica: (vs.9-11) Pablo les dice que ellos debían practicar la separación bíblica, no únicamente frente a las falsas doctrinas, si no también frente a aquellos que, diciéndose cristianos, tienen una conducta maliciosa, depravada y contraria a la sinceridad y verdad que deben caracterizar la vida de un auténtico cristiano.

         Pablo les aclara que no es que dejen de tratar a los demás que no son cristianos, porque ciertamente entonces les hubiera sido necesario salirse del mundo, es a los que se llaman cristianos y son pecadores impenitentes.

         El apóstol les dice que con tal persona ni aun se coma, un acto de hospitalidad reconocido por todos. Algunos piensan que se refiere a la Cena del Señor, pero yo no comparto tal parecer, los versículos anteriores aclaran que no os juntéis dos veces.

         Juntéis: (sunanamígnumi) mezclar juntos, i.e. (figurativamente) asociarse con, juntarse con.

            Comáis: (sunesdsío) tomar alimento en compañía de (con), comer.

 

6.- La iglesia debe disciplinar a sus miembros: (vs. 12,13) Pablo le aclara a los corintios que la iglesia no debe dedicarse a juzgar a los que están fuera, a esos los ha de juzgar Dios.

         La iglesia en Corinto debía entender que tenía el deber de juzgar a sus miembros, ser responsable de la vida de aquellos que pertenecían al grupo, evitar la contaminación debida al pecado de alguno.

         El apóstol les ordena que quiten al perverso de entre la congregación, de en medio de la asamblea, que no siguieran inflados y orgullosos, no siguieran envanecidos y jactándose.

Juzgar: (kríno) propiamente distinguir, i.e. decidir (mental o judicialmente); por implicación tratar, condenar, castigar:-pensar, pleito, resolver, acordar, condenar, decidir, determinar, diferencia, hacer (justicia), juez, juicio, juzgar.

         Perverso: (ponerós) dañino, i.e. malo, mal, figurativamente calamitoso; también (pasivamente) enfermo, i.e. con enfermedad; pero específicamente (moralmente) culpable, i.e. delincuente, vicioso, facineroso; pecador:-peor, perverso, perversa, crimen enorme, envidia, mal, maldad, maligno, maligna, malo, mala, malvado, malvada, malas cosas.

 

III.- CONCLUSIÓN

         Hermanos, en la iglesia siempre aparecerá de tiempo en tiempo algún pecado que la escandalizará o escandalizará al mundo al saberlo, pero la iglesia debe asumir la actitud correcta y lamentarse por tal situación y por la persona que lo cometa, no hacerse de la vista gorda como si nada pasara; la iglesia debe entender que tiene el deber de juzgar al pecador y su pecado porque de lo contrario dará lugar a que toda la iglesia se contamine y se propague el mal.

La iglesia debe entender que tiene que practicar la separación de todo aquel que se llame cristiano y que viva de manera inmoral y que la tal persona debe ser quitada de en medio de la congregación. Y aunque parezca doloroso, mientras la persona persista en su práctica no debemos juntarnos con ella para socializar ni hacerla participar en nuestros ágapes.

 

IV.- APLICACIÓN

1.- ¿Entiendes que en medio de la iglesia puede haber inmoralidad en cualquier momento?

2.- ¿Entiendes que tu actitud debe ser la de lamentarte y apenarte por tal situación?

3.- ¿Comprendes que la iglesia debe disciplinar a los inmorales y las razones para hacerlo?

4.- ¿Comprendes lo que es la separación bíblica y la practicas?

5.- ¿Estás dispuesto o dispuesta a levantar tu mano cuando haya que disciplinar a alguien culpable de perversidad?

 

 

Predicador: José Amado Silvestre Marte

Fecha: domingo 12 de octubre de 2014

Lugar: Templo Central, Hato Mayor del Rey.

06 octubre 2014

Santidad y gozo en la Palabra de Dios

Texto: Salmos 119:9-16

Tema: Obediencia a la Palabra de Dios

 

 

I.- INTRODUCCIÓN

         A la Biblia se le ha dedicado un día, la Biblia es el libro más vendido en la historia de la humanidad, la Biblia es el libro más alabado y el más atacado, la Biblia es el libro más explicado y el más torcido y retorcido, de la Biblia se ha dicho de todo y se ha hecho de todo.

         Pero desde el Antiguo Testamento los verdaderos siervos de Dios han tenido la idea correcta sobre la Palabra de Dios. Esa verdad la encontramos en el Salmo 119 en la forma en que el escritor se expresa de la Palabra de Dios.

         El escritor usa muchos sinónimos, pero todos apuntan a la Palabra de Dios, todos apuntan a los mandamientos de Dios. Allí nos damos cuenta del aprecio del escritor por esa Palabra y los resultados de la Palabra en la vida de las personas que, con corazón sincero, la buscan y la obedecen. Veamos lo que nos dicen los versículos desde el nueve hasta el 16 sobre la Palabra de Dios.

 

II.- DESARROLLO:

1.- Limpia el camino del joven: (v. 9). La idea es que, desde la infancia hasta antes de la adultez, la persona mantiene su andar y costumbres en inocencia, limpieza y transparencia espiritual por la obediencia (atesorar, celebrar, conservar, considerar, cuidar, cumplir) la Palabra de Dios (decreto, designio, dicho, discurso, edicto, hablar, ley, libro, mandamiento, manera, mensaje, negocio, noticia, orden, parecer, pensamiento, petición, precepto, promesa).

 

2.- No debemos desviarnos de ella: (v.10) Un verdadero adorador, el que con corazón completo desea a Dios y le consulta, tiene como oración que Dios no le deje desviarse (descarriarse, dirigir al error, transgredir; mediante la idea de intoxicación bambolearse, figurativamente estar arrebatado, aturdir, divagar, estar perdido, trastornar).

Esto demuestra también dependencia de Dios para estar firmes en sus caminos.

 

3.- Debemos llenarnos de ella para no pecar: (v.11) Debemos de guardar (esconder por tapar; acaparar o reservar; proteger) en nuestro corazón la Palabra de Dios, sus dichos; porque ese es el instrumento usado por el Espíritu Santo para guardarnos de pecar contra Dios (errar,  hacer descarriar, defraudar, delinquir, pervertir, prevaricar).

 

4.- Debemos orar a Dios que nos la enseñe: (v.12) Un verdadero adorador de Dios desea que Él le enseñe (adiestrar, aprender, diestro, domar, instruir, hábil) con sus estatutos (costumbre, decreto, ley, límite, norma).

 

5.- Debe ser hablada a otros: (v.13) La Palabra de Dios debe ser contada (anunciar, declarar, enumerar, hablar, manifestar, proclamar, publicar, referir) a los que nos rodean, sean cristianos o no.

Debemos dar a conocer todos los juicios (mandato, manera, modelo, necesario, orden, ordenación, ordenamiento, precepto, razón, sentencia, veredicto) de Dios. De ella es que se debe hablar en los púlpitos, en las escuelas, en el trabajo, en los hogares.

 

6.- Debemos gozarnos en ella: (v.14) Un verdadero siervo de Dios debe haberse gozado, regocijado en el camino (conducir, conducta, costumbre) de los testimonios de Dios (ordenanzas, a veces los diez mandamientos y a veces toda la ley).

No debe sentirse amargado o arrepentido de haber obedecido a Dios en alguna decisión. No importa lo material que se haya perdido. El salmista dijo más que de toda riqueza (abundancia, fortuna, posesiones, cualquier clase de propiedad).

         El cristiano no debe ser menos de ahí, debemos cuidarnos del evangelio que nos predica primero la prosperidad material, la realización profesional y después las cosas de Dios.

        

7.- Ella debe ser nuestra meditación: (15) Los mandamientos de Dios deben ser nuestra meditación (musitar, mascullar, oración, orar, reflexionar).

         Un hijo de Dios debe siempre considerar (examinar, mirar intencionalmente a; considerar con placer, favor o atención, atender, contemplar, mirar, notar, observar) los caminos de Dios (costumbre, manera, paso, rumbo, senda).

 

8.- Debemos regocijarnos en ella y no olvidarla: (v.16) En el presente y el futuro nuestra actitud, como la del salmista, debe ser de regocijo (acariciar, mimar, alegrar, agradar, divertir) en los estatutos de Dios (decreto, ordenamiento, práctica, regla, rito).

         Un verdadero creyente en Dios tiene como propósito nunca olvidar (extraviar, i.e. estar ausente o ajeno de, falta memoria o atención, perder) las palabras de Dios.

 

 

III.- CONCLUSIÓN

         Breve recuento de lo visto hasta ahora, los puntos señalados.

 

IV.- APLICACIÓN

         Todo lo visto en Salmos 119:9-16 nos habla de un hombre que creía en la suficiencia de la Palabra de Dios, que la amaba, se gozaba en ella, guiaba su vida por ella y procuraba ajustar su corazón y actitudes a los preceptos divinos.

         Esa debe ser la actitud de los cristianos en nuestros días, no debemos dejar que nuestra atención sea desviada de la Palabra de Dios, su suficiencia y poder y que por derivación lleguemos a pensar que debemos utilizar elementos extraños para atraer y hacer cambiar a los demás.

         Digamos con el salmista: Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. V.10    En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.  Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras.  V.15,16

 

 

Predicador: José Amado Silvestre Marte

Fecha: domingo 05 de octubre de 2014

Lugar: Templo Central, Hato Mayor del Rey

El mandato misionero de Jesús

Texto: Mateo 28:16-20 Tema: La gran comisión de Jesús a los once I.- INTRODUCCIÓN El texto que estudiaremos en esta ocasió...