31 mayo 2011

Verdaderos o Falsos cristianos

I.- INTRODUCCIÓN: Dios siempre ha querido que tengamos el conocimiento correcto, que sepamos distinguir entre lo bueno y lo malo, lo santo y lo profano, lo falso de lo verdadero, entre lo limpio y lo no limpio. Algo por lo que Él recriminó a los sacerdotes de Israel (Ezequiel 22:26).

En el Nuevo Testamento Jesús hizo advertencias claras sobre los falsos profetas y encontramos en las epístolas advertencias contra los falsos maestros. Antes de la Iglesia se conocía el término falsos profetas pero ya en la Iglesia encontramos la frase falsos maestros. Vamos a ver las advertencias de Jesús sobre los falsos profetas:

II.- DESARROLLO:

Al hablar de los falsos profetas debemos tomar en cuenta varias cosas: (vs. 15-20; Lucas 6:43,44)

1.- Son falsos: (v. 15) Falso es algo que no es original, no auténtico, engañoso, simulado, contrario a la verdad. No importa lo que digan o hagan, Dios no los envía ni les da mensaje. Son el producto de sus propios deseos e instrumentos de Satanás.

2.- Debemos guardarnos de ellos: (v. 15) La idea es “cuidarse del mal que nos pueden hacer, recelar y precaverse del riesgo, advertir y avisar a alguien para que se guarde del peligro que amenaza.”

El cristiano debe cuidarse, recelar, precaverse y estar advertido y avisado sobre los falsos profetas para no caer en sus trampas. Nunca debemos pensar que son inofensivos, son perjudiciales.

La expresión “lobos rapaces” nos indica que son inclinados o dados al robo, hurto o rapiña, animal de presa.

Exactamente así son los falsos profetas: inclinados al robo de almas y posesiones materiales, son aves de presa que viven de atacar a los indefensos y fáciles de atrapar, se alimentan de muertos.

3.- Se reconocen por sus frutos: (v. 16,20; Lucas 6:44) Note que son frutos, el resultado de un trabajo interno de la savia en un vegetal y que da resultados visibles. El fruto del que Dios habla es interno, el carácter (Gálatas 5:22,23).

La gente confunde fruto con obra; la obra es algo externo que hace el hombre producto de su ingenio, habilidad y capacidad natural o adquirida tratando de influenciar en lo interno.

En la creación no hay confusiones, cada planta da fruto según su especie (Génesis 1:24). El Higo produce un fruto comestible blando y dulce, pero el Abrojo es una planta que produce un fruto casi redondo con fuertes púas y que es perjudicial para los sembrados.

Las personas se dejan influenciar por lo que ven hacer a los demás y no se fijan en el carácter, en sus cualidades morales y espirituales, que se manifiestan por las actitudes que asumen al enfrentar diversas situaciones. Sin importar lo que alguien haga, su carácter indica quien es, no hay confusiones. Debemos observar el resultado de la vida de una persona, si nos muestra que el Espíritu Santo está trabajando en ella o no; es lo que sucede de adentro hacia afuera (7:17,18; Lucas 6:43).

Si la savia está dañada el fruto resultante será malo y si la savia está buena el fruto resultante será bueno. Si el Espíritu Santo no está en una persona, la persona será mala, si el Espíritu Santo está trabajando en un cristiano, el resultado será santidad, sujeción y obediencia. Si el corazón es malo todo el hombre será malo; si el corazón es bueno todo el hombre será bueno (Lucas 6:45).

4.- No son cristianos: (vs. 21-23; Lucas 13:25-27)

Sabemos que no entrarán al Reino de los Cielos por ser falsos y por lo que dice el versículo 21. La expresión Señor da la idea de que la persona a la que se dirige la palabra es el dueño, que tiene dominio, amo, que tiene potestad sobre la vida, el superior, el que tiene el control y toma las decisiones.

La idea está aclarada en Lucas 6:46 con la pregunta que el Señor hace allí: Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

Note que en ambos versículos está destacada la obediencia como una característica propia de los que verdaderamente son herederos del Reino de los Cielos (v. 21, Lucas 6:46) Note que dice que sólo entrará “el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” y en Lucas pregunta “y no hacéis lo que yo digo?”

Si no hay obediencia a Dios no importa todo lo que la persona pueda hacer o decir: (v. 22)

a.- Profetizar: Note que ellos decían hablar en el nombre de Dios y en especial lo dicen de Cristo.

b.- Echar demonios: Aun aparentarán luchar contra Satanás y sus demonios.

c.- Hacer milagros: El versículo dice muchos milagros, obras de poder. Aun los harán mencionando a Cristo, supuestamente para su honra y gloria.

d.- Asistir a cultos: (Lucas 13:26) No importa cuantos mensajes hayan escuchado, si estuvieron en una cena ofrecida a Cristo, si estuvieron en la multiplicación de los panes y los peces. Hoy diríamos que no importa a cuantos cultos hayan asistido, a cuantas conferencias o retiros, cuantas vigilias o sociales.

Ninguna de esas cosas es requisito o garantía de que la persona que las hace sea cristiana. Ellos alegarán aun que estuvieron compartiendo con Cristo; le reclamarán en el día del juicio mencionando las cosas que hicieron y dijeron (v. 22; Lucas 13:25)

Lo triste es la respuesta de Cristo:

a.- Nunca os conocí: (v. 23) No importa lo que les digan en la iglesia, lo que les prediquen algunos, Cristo no los identificará como parte de los suyos (Lucas 13:25up, 27).

b.- Serán apartados: (v. 23) Serán separados eternamente de Cristo, estarán eternamente destituidos de la presencia de Dios sin esperanza (Lucas 13:25,27)

Lo triste también es la expresión: “hacedores de maldad” y en Lucas 13:27up agrega “todos vosotros.” Dios no hace distinción, no importa quién sea, lo que haga o lo que diga, el que no vive en obediencia a Él es un hacedor de maldad.

Una persona puede hacer la cosa más grande que el ser humano considere como muestra de cristianismo: profetizar, echar fuera demonios, hacer milagros y asistir a actividades cristianas y aun así ser falso, engañoso, mentiroso, dañino.

No nos dejemos engañar por lo externo, miremos al carácter, al resultado de su vida, la vida propia cambiada, como bendice a otros, como los motiva a la obediencia a Dios y como él o ella obedecen.

III.- CONCLUSIÓN:

No te dejes engañar por la apariencia y ten mucho cuidado de tu propia vida y de las personas a quienes sigues, de quienes te llevas, de lo que ves y escuchas. Desde los inicios mismos de la Iglesia de Cristo han entrado en ella lobos rapaces, carroñeros, que quieren hacer presa de ti y robarte.

No importa cuanto predique alguien, si asiste a los cultos, si va a retiros y conferencias, si memoriza mucho, si hace obras grandes y de poder, si tiene ministerios maravillosos, si ora mucho o lo que sea que diga y haga.

Dios quiere personas que le obedezcan y hagan su voluntad sin discutir, sin rebeldía, que no vivan de las apariencias mientras ellos mismos van al infierno.

IV.- APLICACIÓN:

De verdad eres cristiano o cristiana?

Es Dios tu Señor o vives según tu voluntad y capricho?

Cuando debes tomar una decisión: cuál es tu guía?

Lo que haces está de acuerdo con el carácter de un verdadero cristiano?

Cuando tienes un conflicto con otra persona: muestras que haces la voluntad de Dios o la tuya?

Cuando ves u oyes un predicador: lo evalúas a la luz de la verdad o no te importa?

Predicador: José Amado Silvestre Marte

08 de Mayo de 2011

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