29 octubre 2011

El Congregarnos

19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.  (Hebreos 10:19-25)

    En los versículos citados arriba he marcado en negrita algunas frases interesantes. Noto con cuanta frecuencia el cristiano hoy está dispuesto a asistir a los cultos de manera selectiva. Los cultos de oración tienen buena asistencia pero los de estudio bíblico no tanta. Todo depende de lo que se busque en Cristo.  Hoy se toma la hora de los cultos para organizar viajes, recibir visitas, hacer negocios porque el resto del día no alcanza, ir al deporte, etc. Pero Dios, que es el Señor, el dueño, el propietario, la máxima autoridad sobre los individuos y la iglesia tiene otra opinión.

     En el versículo 22 resalté "acerquémonos con corazón sincero". Dios desea que nos acerquemos a Él con un corazón sincero, íntegro. Una persona selectiva con su asistencia a los cultos, y que pone y busca excusas para no asistir, no tiene un corazón sincero aunque a los hombres les parezca que sí. A Dios hay que obedecerle porque tenemos una relación real e íntima con Él y no por lo que podamos conseguir de Él.


     En el versículo 23 marqué "mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión...".  La persona selectiva e inconstante en su asistencia a los cultos de la iglesia no está firme; no está fundamentada en terreno rocoso sino arenoso, es una persona cuya condición espiritual es fluctuante, cambiante. Su profesíon de fe es dudosa.

       En el versículo 24 me llamó la atención "Y considerémonos unos a otros".  El cristiano que se congrega, que le gusta asistir a las actividades convocadas por su iglesia local está diciendo me interesan mis hermanos. Considerar significa: tomar en cuenta una cosa.  Dios desea que nos tomemos en cuenta, que nos interesemos los unos por los otros. Pero note algo interesante, el considerarnos es para estimularnos, motivarnos al amor y las buenas obras. Cuando nos congregamos tenemos una hermosa oportunidad para ser de bendición a los hermanos y ayudarles en su crecimiento espiritual. ¿Realmente nos interesamos los unos por los otros hasta ese punto?  

     Por último, en el versículo 25 encontramos "no dejando de congregarnos". Dios es categórico en esta frase. Y añade que algunos tienen esa costumbre. Me temo que en nuestros días es peor. Es una mala costumbre el dejar de congregarse y el ser selectivos con la asistencia a los cultos de forma medalaganaria. Entiendo que se presentan situaciones de salud, emergencias y otras que justificarían que en alguna ocasión alguien falte a un culto. Pero hay muchos que de manera sistemática faltan a determinados cultos acudiendo a razones no válederas, es más bien pereza espiritual.

     Hay mucha rebeldía en este aspecto del congregarse. Hoy es nada el dejar de asistir a un culto simplemente porque no le da deseos a la persona. Pero muchos tampoco meditan el pecado que es realizar actividades paralelas a los cultos de su iglesia local y motivar a otros a no asistir. ¿Piensas que Dios está contento con quienes tales cosas hacen? ¿Piensas que Él justificará el pecado? ¿Hasta donde Cristo es Señor de quienes así actúan?  Medita en ello y permite que Dios te guíe a hacer lo correcto. Si tienes que pedir perdón hazlo, confieza y apártate de tal estilo pecaminoso de vivir.


José Amado Silvestre M.
Pastor Asistente IBD
Hato Mayor del Rey

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