07 junio 2010

No te vuelvas atrás, mejor crece

2 Pedro 2:20-22; 3:14-18

Introducción:

La epístola de 2 Pedro en sus tres capítulos tiene una gran riqueza doctrinal: Nos habla del proceso de crecimiento del cristiano, nos advierte sobre los falsos maestros y nos da la gran esperanza del regreso de Cristo, entre otros temas.

Vamos esta noche a estudiar dos porciones que hoy más que nunca deben ser tomadas en cuenta por cada uno de nosotros, si queremos vivir de manera agradable a Dios.

Desarrollo:

I. El capítulo 2:20-22 nos dice que una persona que ha conocido a Cristo, sale del mundo y luego regresa al mundo enredándose otra vez en él, ignorando la Palabra de Dios volviéndose atrás, termina siendo su estado peor que antes de conocer al Señor. ¿Por qué?

a. No se le puede tratar como cristiano porque su estilo de vida dice que no lo es, pero no acepta que se le predique el evangelio porque dice que sí lo es y por lo tanto no se arrepentirá y convertirá; le sucederá como a Faraón, su corazón se endurecía luego de los milagros que sus hechiceros hacían imitando los de Moisés y Aarón (Ex. 7:13, 22);

b. Si se le trata como cristiano no hay cambios en su vida porque rechaza la Palabra de Dios, no la entiende y la que entiende la desobedece;

c. Cristo dijo que además del espíritu que antes tenía la persona obrando en su vida, al aquel regresar y encontrar la casa limpia y vacía, busca otros espíritus para habitarla (Mat. 12:43-45; Lc. 11:24-26) En tal persona no puede estar el Espíritu Santo porque la Biblia dice lo contrario (2Cor. 3:17);

d. Tal persona es apóstata y por lo tanto Dios lo castigará por torcer su Palabra (1Timoteo 4:1; Apocalipsis 22:18);

e. Dios lo compara con lo acontecido con un Perro y una Puerca (Prov. 26:11).


II. En el capítulo 3:14-18 encontramos varios llamados a los que de verdad son cristianos:

a. Procurar con diligencia ser hallados sin mancha, irreprensibles y en paz (14). En otras palabras en santidad, buen testimonio y en buena comunión con Dios;

b. Entender que Dios es paciente y da la oportunidad de que te salves y vivas de forma agradable a Él (15);

c. No torcer las escrituras porque es un signo de ignorancia y de inestabilidad espiritual y de que quien tal hace no es cristiano (16);

d. El verdadero cristiano debe saber estas cosas para que se proteja y no caiga en el error de los malos (17);

e. El verdadero cristiano debe mantenerse creciendo, conociendo de manera más íntima a Cristo para parecérsele, dándole la gloria a Él (18).

Conclusión:

El verdadero cristiano no regresa a las prácticas mundanas en su vida, rechaza las teorías de este mundo y no tuerce la verdad aunque vaya en contra de sus deseos y gustos; por el contrario, vive una vida en crecimiento, dando buen testimonio y en una relación correcta con Dios para la gloria de Cristo.

El verdadero cristiano motiva a otros a obedecer la verdad y a andar en santidad delante de Dios y los hombres. Si alguno hace lo contrario no es cristiano verdadero.

José Amado Silvestre M.

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