11 enero 2012

Pablo, ejemplo de un ministro de Jesús

Texto: Hechos 20:17-38
Tema: Exhortaciones pastorales

INTRODUCCIÓN
    Dios desde el principio de la Iglesia cristiana estableció hombres a quienes llamó, comisionó y dio los dones necesarios para liderar y servir en las diferentes iglesias locales.
    Precisamente en esta porción encontramos a un ministro exhortando a otros ministros y dando su propio ejemplo de vida y servicio.

DESARROLLO
1.- Pablo llama a los ancianos de Éfeso:
(v. 17)  Los ancianos estaban asociados con los apóstoles en el gobierno de la Iglesia. Eran los obispos o supervisores de las iglesias locales y su función era ocuparse del estado espiritual de la congregación, ejerciendo la disciplina y enseñando.

2.- Pablo testifica sobre su ministerio: (vs. 18-21, 33-35)
-Humildad (modestia)
-Muchas lágrimas (v.31)
-Pruebas de parte de los judíos (adversidades)
-No rehuía enseñar lo que fuera útil (encogerse, ocultar, retroceder)
-No había abusado de sus derechos apostólicos (vs. 33-35) Pablo trabajaba en otras cosas.

3.- Pablo habla de la importancia de su ministerio: (vs. 22-24)
-No hace caso a lo que intenta amedrentarlo
-No estima preciosa su vida para él mismo (retenerla para él)
-Quería acabar su carrera con gozo (con deleite)
-Quería terminar el ministerio encomendado por Dios (su servicio)

4.- Pablo tenía su conciencia tranquila: (vs. 26,27)
-Pablo dice que había anunciado todo el consejo de Dios (la voluntad, propósito y designio)

5.- Pablo hace exhortaciones finales a los ancianos: (vs. 28-32)
-Mirar pos sus propias vidas (28)  (Sostener la mente, prestar atención a, tener cautela por, aplicarse uno mismo a, guardarse, atender).
-Mirar por el rebaño en que los puso el Espíritu Santo y apacentarlo (28)
-Estar atentos a los lobos rapaces (29) (Un ave de presa o rapaz es un ave que caza presas para alimentarse, utilizando su pico y sus garras afiladas. Sus garras y picos tienden a ser relativamente grandes, potentes y adaptados para desgarrar y/o perforar carne. El término "rapaz" se deriva de la palabra latina rapere, es decir, "apoderarse" o "tomar por la fuerza").   Introducirían herejías.
-Algunos de ellos apostatarían (30) Distorsionarían la verdad, la torcerían.
-Debían recordar las enseñanzas recibidas (31) Debían mantenerse despiertos y recordar las advertencias y exhortaciones que les había hecho.
-Debían atender a Dios y su palabra (32) Él los encargaba y presentaba a Dios y a su Palabra que es la única capaz de ayudar a crecer a una persona.

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