23 febrero 2015

Venciendo con el bien

Texto: Romanos 12:14-21

Tema: Vencer el mal con el bien

 

 

I.- INTRODUCCIÓN

         Hay realidades de la vida cristiana de las cuales no se predica mucho y por lo tanto el cristiano tiende a olvidar que existen. El tipo de evangelio que muchos predican no es bíblico, no es el evangelio real.

         El cristiano a diario tiene que enfrentar situaciones desagradables, tanto en su interior como en su entorno y realidad diarios.

         El pasaje que hoy estudiaremos nos da algunas técnicas para vencer frente a muchas situaciones que Dios envía y permite en su soberanía y providencia.

 

II.- DESARROLLO

1.- Debemos ser vencedores y no perdedores: (v. 21) Lo primero a reconocer es que hay una guerra diaria e incesante: el mal nos quiere vencer. Y tenga presente que ese mal es en definitiva contra Dios; Satanás usa a personas para que nos hagan mal y al lograr que pequemos entonces atacar a Dios. Puede usar a incrédulos y en algunos casos a cristianos también.

Vemos que lo malo es todo lo que es moralmente o éticamente malo, tanto si se trata de personas, o cualidades, emociones, pasiones, actos, de lo que es perjudicial, destructivo, dañino o pernicioso y que nos quiere subyugar.

Pero la Biblia nos dice que no respondamos a esas situaciones o personas de igual manera, haciendo lo malo, mas bien la Biblia nos dice que nuestra respuesta debe ser el bien. El bien aquí significa aquello que es bueno, lit: «lo bueno», como siendo moralmente honorable, que agrada a Dios, y por tanto beneficioso.

La respuesta normal es a responder de igual forma como nos tratan, pero la Palabra de Dios nos da una fórmula contraria a nuestra naturaleza: vence, subyuga el mal con el bien.

 

2.- El comportamiento de un vencedor: (vs. 14-20) Dios no usa el lenguaje de Amway, de Jafra o Avon, el lenguaje de batalla de Dios es diferente. El mal no se conquista con el mal, sólo se haría más grande. Vamos a ver cuál es el bien con el que Dios quiere que venzamos y conquistemos el mal contra nosotros.

 

a.     Pensar lo bueno: (v.14) Dios dice que debemos invocar y pedir lo bueno para los que nos persiguen, los que nos quieren ahuyentar. Nunca debemos arruinar, condenar a otros, orar en contra de, desear el mal para una persona o cosa. Esto implica pensamientos o habla.

b.     Identificación con los hermanos: (v.15) Se podría usar la palabra empatía, ponernos en el calzado del otro. La Biblia dice que debemos gozarnos, estar felices y alegres con los que así están, pero también llorar, gemir y gritar con los que en tal situación están.

Para poder hacer esto debemos relacionarnos, conocernos unos a otros. Debemos estar dispuestos a que otros hermanos nos conozcan y conozcan nuestras situaciones diarias. Conversar, visitarnos, etc.

c.      Unidad con los hermanos: (v.16) La idea es ser uno con los hermanos (1 Corintios 1:10). 

Para llevarlo a cabo no se puede ser altivo o encumbrado, por el contrario hay que asociarse, ser guiados juntos con los humildes, los de baja condición económica.

Además, el texto nos dice que para que exista unidad no debemos creernos sabio, inteligente y sagaz según nuestra propia opinión, que no seamos arrogantes (v.3).

d.     Hacer lo bueno: (v.17) El texto nos manda a no devolver mal por mal, que si nos hacen un mal no hagamos otro en respuesta. Antes era que no lo pensáramos, ahora es que no lo hagamos.

La expresión nadie significa ni siquiera un. Implica a hombre, mujer o cosa.

Dios nos manda a considerar y buscar el bien y lo hermoso en presencia, en la cara de todo ser humano. Esto implica que debemos hacer lo bueno ante los hermanos y ante los incrédulos y para con ellos.

e.      Estar en paz con otros: (vs. 18-20) Dios dice que nuestro diario vivir debe ser pacífico, en paz con todos los hombres, procurar la paz sin importar quién sea (v.18; Mateo 5:9).

Note el si condicional. Dios dice si es posible, si existen los medios, si puede suceder y si depende de vosotros, si está en nuestras manos que sea así. Esto no implica que le hagamos guerra a otros, implica que aunque queremos la paz, no es posible porque el otro nos hace la guerra.

Dios agrega en el versículo 19 que no nos venguemos, que no castiguemos o hagamos nuestra propia justicia con nuestros medios o manos. Dios nos manda mas bien que lo dejemos al deseo de Dios, que dejemos que sea Él quien castigue. Dios dice que la justicia y vindicación le pertenecen y que Él es quien da el pago o recompensa a cada uno.

Pero Dios va más allá, nos dice algo que está en contra de la naturaleza y el proceder humanos. En el versículo 20 el Señor añade que si nuestro adversario, si quien nos odia tiene hambre intensa, dele trozos, nútralo. Si tiene sed dele de beber, irríguelo.

Dios dice que al hacer esto brasas encendidas apilaremos sobre su cabeza. En esa época bíblica, cuando alguien ofendía a una persona y luego venía arrepentida a pedir perdón, traía un envase con brasas encendidas dentro y la ponía sobre su cabeza gimiendo, mostrando así como se sentía por dentro. La implicación es que hagamos bien a los enemigos y así les daremos oportunidad de arrepentirse de su mal.

 

III.- CONCLUSIÓN

         Leer de nuevo los versículos desde el 14 al 21. Recordar que debemos vencer con el bien el mal, nunca mal con mal. No es bíblico y no agrada a Dios, es contrario al carácter de Dios y su plan para nosotros.

 

IV.- APLICACIÓN

1.- Cuando alguien te hace mal ¿cuál es tu actitud?

2.- ¿Eres capaz de bendecir y desear el bien para tu enemigo u ofensor?

3.- ¿Te asocias con los hermanos de tal manera que conoces sus problemas y bendiciones?

4.- ¿Eres altivo y no te asocias con los pobres en la iglesia?

5.- ¿Eres un pacificador o una pacificadora o llevas y traes chismes?

6.- ¿Te desquitas lo que te hacen o haces el bien para con tus perseguidores?

 

 

Predicador: José Amado Silvestre Marte

Lugar: Templo Central, Hato Mayor del Rey

Fecha: domingo 22 de febrero de 2015, culto matutino

El mandato misionero de Jesús

Texto: Mateo 28:16-20 Tema: La gran comisión de Jesús a los once I.- INTRODUCCIÓN El texto que estudiaremos en esta ocasió...