Texto: Filipenses 3:12-21
Tema: Crecimiento del cristiano
Título: Siguiendo hacia la madurez
I.- INTRODUCCIÓN
- Repaso
- Del versículo 12 en adelante el apóstol Pablo concluye la idea del anhelo expresado en los versículos 8 hasta 11. Lo que él quería ser en Cristo.
- Pablo ahora continúa la idea pero hablando desde la perspectiva de alguien que sabe donde está ubicado espiritualmente y hacia dónde se dirige.
II.- DESARROLLO
1.- Realidad espiritual de Pablo: (vs. 12-14)
a.- Pablo reconoce que todavía no posee aquello que anhela y que aun no ha llegado al fin, que no ha cumplido. (v. 12ª) (Perfecto: teleioo)
Contrario a muchos, Pablo dice que sigue adelante con toda intensidad, que corre de manera presurosa para alcanzar aquello para lo que Cristo lo alcanzó y asió a él. (v. 12b)
b.- No sólo Pablo dice que no ha llegado a lo que Cristo espera de él, sino que no tiene la osadía o atrevimiento de decir que lo ha alcanzado, no hace de cuenta que lo ha alcanzado. (v. 13ª)
Pablo añade la idea de borrar de su mente lo que queda atrás (éxitos, triunfos, errores, etc.) y atacar, venir sobre lo que está delante (lo que Cristo pone delante en su ministerio). (v. 13b)
c.- Pablo corre presuroso a la meta, a obtener el premio (que se da al final de los juegos) del llamamiento más alto que Dios ha hecho a los hombres en Cristo Jesús. (v. 14)
2.- Exhortaciones a los filipenses (vs. 15-17)
a.- Pablo hace la exhortación para que todos los maduros (perfectos: teleios) piensen y reflexionen igual que él (tengan la misma actitud). Advierte que si se piensa de otro modo, si se tiene otra actitud, Dios buscará la manera de mostrar la verdad. (v. 15)
b.- El apóstol también nos dice que si hemos crecido hasta algún punto, vayamos en fila al mismo paso y siguiendo una misma línea recta (no torcernos y salirnos del paso para seguir vías individuales) y que tengamos una misma actitud y pensamiento. (v. 16)
c.- El apóstol Pablo llama a los filipenses para que unánimes le imiten, sean compañeros con él y observen (se fijen) a los que viven siguiendo el ejemplo o modelo que tienen en él. (v. 17)
3.- Razón de las exhortaciones (vs. 18, 19)
a.- Hay algunos que caminan y viven de tal manera que demuestran que aborrecen y odian la cruz de Cristo. (v. 18)
Note que Pablo dice que ya lo había advertido con anterioridad. También note que el apóstol lo dice llorando a gritos y gemidos; debemos dolernos de la situación y actitud de los tales.
b.- El resultado de su vida y actitud son ruina y pérdida física, espiritual y eterna. (v. 19)
Tales personas se pierden por ser idólatras que se adoran a sí mismos y al comer.
Se glorían y tienen por honroso lo que en verdad es oprobio, bajeza, confusión y vergüenza.
Ejercitan su mente y se entretienen en lo mundano, en lo contrario a lo celestial.
4.- Diferencia del cristiano (vs. 20, 21)
a.- El cristiano, contrario a los anteriores, considera que su ciudadanía y patria real está arriba en los cielos. (v. 20ª)
No sólo se considera propio del cielo, también espera total y ansiosamente al Salvador, al Señor Jesucristo. Tiene presente que Cristo viene.
b.- El cristiano que piensa igual que Pablo sabe que Cristo cambiará este cuerpo humillado y bajo.
El cristiano verdadero sabe que Cristo nos dará un cuerpo similar o parecido (no igual) al supremo y glorioso suyo.
c.- Pablo entiende que Dios tiene la energía y el poder para transformar nuestro cuerpo.
Pablo sabe que Dios tiene poder para poner en sumisión a Él, en obediencia a Él y en orden todas las cosas, aun las que nos faltan a nosotros por alcanzar en la vida cristiana.
III.- CONCLUSIÓN
- Recapitulación
IV.- APLICACIÓN
- ¿Eres un cristiano maduro? Si no lo eres ¿sigues avanzando hacia la madurez?
- ¿Eres de los que aun se aferran a las victorias pasadas y olvidan las que les esperan más adelante?
- ¿Eres de los que imitan a Pablo?
- ¿Eres amigo o enemigo de la cruz de Cristo? ¿Tu dios es el vientre y piensas sólo en lo terrenal?
- ¿De dónde eres ciudadano y en dónde tienes tus intereses?
- ¿Esperas el regreso de Cristo?
- ¿Crees que Cristo quiere y tiene el poder para sujetarte a Él?
Jose Amado Silvestre M.
