16 febrero 2012

Aprendiendo de Nínive

Texto: Jonás 3

Tema: Arrepentimiento y Conversión

I.- DESARROLLO

Nínive era la capital del imperio de Asiria. Los fundadores de Nínive fueron babilonios (Gn. 10:11). Manishtusu, de la dinastía semítica de Acad (hacia 2425-2245 a.C.) construyó un templo dedicado a Ishtar, divinidad tutelar de Nínive. Varios otros pueblos propagaron este culto hasta Egipto y al suroeste del Asia Menor. Asiria, nación guerrera, embelleció su capital merced a los botines de sus conquistas. Nínive era asimismo un centro literario. Hacia el año 650 a.C., Assurbanipal creó una gran biblioteca de tabletas de arcilla cubiertas de inscripciones cuneiformes relativas a la historia, liturgia, encantamientos, astronomía, astrología, matemáticas. Nínive se merecía el calificativo de «ciudad sanguinaria» que le dio el profeta Nahum (Nah. 3:1; Jonás 1:2). A través de la historia guerreó contra las naciones vecinas, y usó la más feroz crueldad contra los vencidos. Después de sus victorias, Assurbanipal se dedicaba a cortar las manos, pies, nariz y oídos de sus prisioneros; les sacaba los ojos y levantaba montes de cabezas humanas. Se ha podido establecer cuál era el plano de las fortificaciones (de 12 a 15 m. de altura) de la ciudad propia, y se pudo deducir que tenía 5 Km. de longitud y alrededor de 2,5 de anchura. En el siglo I a.C. Diódoro de Sicilia, fundándose en una tradición auténtica, afirma que Nínive tenía una forma de rectángulo, con unas dimensiones de 150 por 90 estadios; por ello, su perímetro era de 480 estadios, o 90 Km. Años más tarde, Estrabón afirmaba que Nínive había sido mucho mayor que Babilonia.

Todo ello confirma plenamente la declaración de Jonás 3:3: «Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.» (Ver 1:2) En cuanto a los argumentos de Voltaire ante esta afirmación, sólo demostró su ignorancia al afirmar la imposibilidad de que una metrópolis tan grande pudiera desaparecer totalmente.

En el capítulo 1 vemos el llamamiento que Dios le hizo a Jonás (Paloma o Palomino) para que fuera a predicar a Nínive, vemos la huida de Jonás a otro lugar para huir de la presencia de Jehová y quizás para no predicar a los gentiles, Dios obró circunstancias para que en el capítulo 2 Jonás se viera precisado a reconocer su pecado y clamar a Dios en oración, el Señor le escucha, le salva y le llama por segunda vez (3:1). Jonás en el capítulo 3 inicia su predicación de juicio divino sobre la ciudad (3:4)

II.-DESARROLLO

En el capítulo 3 vemos la actitud de los habitantes de Nínive frente al mensaje de Jonás:

1.- Creyeron a Dios: (v. 5ª) Note que fueron los hombres, no se refiere a algo genérico. Cuando un hombre creía toda su casa creía y normalmente no se mencionaba a las mujeres. Pero lo importante fue que creyeron a Dios, no fueron incrédulos. No dudaron ni de Dios ni del profeta de Dios.

2.- Mostraron arrepentimiento: (v. 5b) El ayuno de por sí se usa como muestra de sacrificio, pero el cilicio (saco) era una muestra de dolor al llevarse sobre la piel o sobre otra ropa. Era una tela hecha de piel de cabra o camello con un hueco para la cabeza y otros para los brazos. Todos ayunaron y usaron el cilicio.

3.- Sus autoridades se humillaron: (v. 6) El rey se levantó de su trono, se despojó (la pasó por encima) de su vestidura de autoridad y se unió al pueblo en su arrepentimiento. No pensó que tendría un trato diferente, se vio como un simple mortal a merced del juicio de Dios. Pero al cilicio agregó la ceniza lo cual haría que el cuerpo sufriera más.

Reconoció su propio pecado y el de su pueblo e hizo un llamado al arrepentimiento y a la conversión (vs. 7-9). Pidió a su pueblo que clamara a Dios, que lo llamaran. Es bueno saber que los ninivitas acostumbraban a utilizar sus animales en sus ritos y por eso el rey los mencionó en su proclama.

4.- Se convirtieron: (v. 10) La palabra arrepentimiento lleva consigo implícita la idea de cambio, pero la Palabra de Dios aclara más la actitud de los ninivitas: se convirtieron. El verbo implica la idea de volver atrás, al punto de origen. El volverse del pecado a Dios, dejar de seguir el pecado para seguir a Dios. La conversión conlleva la idea de cambio, no sólo el saberlo o entenderlo.

Dios, que conoce los corazones, vio que realmente se habían convertido y no los castigó. El Señor Jesús dejó claro que los ninivitas habían actuado con verdad en Mateo 12:41.

Nínive nos sirve de instrucción para ver que Dios siempre ha tenido un plan, que Dios siempre ha tenido a los gentiles en su plan y que Cristo y el evangelio son la muestra de ello. (Hechos 17:30).

Dios dice que eres pecador (Romanos 3:23), debes creer en Cristo (Juan 3:16) y que debes arrepentirte (pensar diferente) y convertirte, volverte a Dios y cambiar (Hechos 3:19). Debes reconocer tu pecaminosidad y la imposibilidad de librarte de ellas por tus propios medios y méritos, solo Cristo puede salvarte y liberarte.

III.- CONCLUSIÓN

¿Qué harás con el mensaje de Dios? ¿Asumirás la actitud de los ninivitas o seguirás tus ideas, tus caminos y planes?

Dios te llama al arrepentimiento y a la conversión ahora. Vuélvete a Él humillado, con dolor por ofender su santidad.

José Amado Silvestre M.

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