17 junio 2012

Sin defecto ante Jehová

Texto: Levítico 21:17-24

Tema: Pureza Sacerdotal

I.- INTRODUCCIÓN

Dios llamó a Abraham y de él hizo una gran nación llamada Israel. Israel estuvo cautivo en Egipto y de allí, por medio de dos hombres llamados Moisés y Aarón, Dios los sacó rumbo a una tierra que le daría por posesión. Mientras estuvo en el desierto el Señor aprovechó para darles leyes y estatutos espirituales, ceremoniales, judiciales y sociales.

En Levítico capítulos 21 y 22 encontramos algunas leyes y estatutos referentes a los sacerdotes y sus cualidades espirituales y físicas, las que debían de cumplir para poder acercarse al Tabernáculo a ministrar en las cosas de Dios.

II.- DESARROLLO

1.- El sacerdote no podía tener defecto físico: (Lev. 21:17,18ª,21,23ª) Dios en el 18 aclara que el sacerdote sería varón, la expresión se repite en el mismo capítulo.

Pero en estos versículos dice que ninguno que tuviera defecto (lesión, mancha, tacha) ni siquiera debía acercarse al tabernáculo a ofrecer el pan de la ofrenda, no podía llegarse al lugar. No podía traspasar el velo del tabernáculo, de la tienda de reunión, ni acercarse al altar v. (23ª). Era un estatuto perpetuo, por sus generaciones, para todos sus descendientes (v. 17). La causa de estos defectos no se tomó en cuenta. Si nació así, si fue cau­sado por la enfermedad o por algún acci­dente, la ley decía sencillamente que "ningún varón en el cual haya defecto se acercará".

En el versículo 22 Dios le dice que sí podía comer de las cosas santas, pero en su casa. Los levitas comían de las ofrendas que se llevaban al Tabernáculo y de los diezmos que daba el pueblo.

2.- Breve listado de defectos: (Lev. 21:18-20) Sobrado: exceso de miembros, tener de más. Quebradura: rotura, fractura. Enano: delgado, delicado, enano, enjutas de carne, menuda, molido, como polvo. Nube: Cataratas. Sarna: Rascar, picazón, caspa. Empeine: Costra, algo adherido.

Pienso que la lista no es exhaustiva o completa, es un ejemplo dado por Dios. Los versículos usan la palabra “defecto” para dar una connotación más amplia.

3.- Las razones para tal limitación en el servicio: Dios consideraba que tales personas profanarían su santuario (v. 23b). Para Dios eso era como perforar, degradar, contaminar, deshonrar, manchar o violar algo consagrado para Él. Esa palabra la dijo que el santifica, llama y escoge a los sacerdotes que le han de servir.

4.- Implicaciones hoy: Aunque estamos bajo la gracia y ya no hay un Tabernáculo como el que tenía Israel y Dios busca que le adoren en todo lugar, en Espíritu y en verdad, todavía hay requisitos para aquellos que deben ministrar y servir a Dios. La ley de Cristo no excluye a nadie por causa de defectos físicos y hay muchos santos que, a pesar de ser ciegos, cojos, sordos, etc., siguen diariamente ofre­ciendo sacrificios espirituales a Dios. Hay muchas almas hermosas en cuerpos en­fermos, y hay muchas almas feas en cuer­pos sanos (2 Cor. 4:16).

Recordemos que Dios re­quería perfección en el sacerdocio. Jesu­cristo, nuestro Sumo Sacerdote, es per­fecto y Dios requiere la perfección en nosotros (Mat. 5:48; 2 Cor. 7:1; 13:9, 11; Sant. 1:2-4; 2:22). Aquellos debían ser perfectos físicamente, nosotros debemos serlo espiritualmente.

Tengamos cuidado con este capítulo acerca de los “ministros”: No crea que usted se excluya de la exhortación aquí simplemente porque no es pastor. Si usted es un cristiano, Dios lo ha llamado al ministerio de la reconciliación—el evangelismo (llevando el “pan de Dios”—el “pan de vida”—a los no conversos (2Cor 5.18-21). Además, todos los santos somos llamados al ministerio de edificación compartiendo el “pan de la Palabra” con otros cristianos para ayudarles a crecer en la madurez espiritual (Ef 4.11,12).

Entonces, aunque pudiéramos sacar una buena exhortación para los pastores de este capítulo, creo que es más saludable para toda la iglesia si reconocemos que todos somos ministros de Dios, apartados por Él para servirle a Él como sacerdotes (1Ped. 2:9; Apoc. 1:6)

III.- CONCLUSIÓN

Hemos visto parte de las condiciones que Dios exigía a los hijos varones de Aarón que debían servir como sacerdotes en su morada santa o Tabernáculo. Aunque tenían el derecho por herencia de ser sacerdotes, no podían ejercer como tales si tenían alguna mancha o defecto físico. Lo espiritual era tomado en cuenta, pero hoy quise partir del capítulo 21 de Levítico para sacar la enseñanza.

IV.- APLICACIÓN

1.- ¿Has entendido la enseñanza contenida en Levítico 21?

2.- ¿Entiendes que eres llamado o llamada al servicio a Dios como toda persona que se ha arrepentido y convertido?

3.- ¿Entiendes las exigencias que Dios tiene para los que le sirven?

4.- ¿Estás buscando la perfección espiritual y moral para servir a Dios con integridad?

5.- ¿Te estás perfeccionando? ¿Estás madurando y creciendo para el Señor?

José Amado Silvestre Marte

17 de junio de 2012

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