21 agosto 2019

Jehová es mi pastor


Texto: Salmos 23
Tema: Jehová como pastor


I.- INTRODUCCIÓN
         Los salmos son escritos en forma de poesía que eran cantados y/u orados en la nación de Israel. Tratan diversos temas y fueron escritos debido a situaciones diversas. Algunos los escribió el rey David, otros los compuso pero los escribió otra persona y otros salmos fueron compuestos y escritos por otras personas.
         En el salmo 23 David presenta a Dios como el centro de su vida y lo hace con un tema del cual sabía mucho, el pastorado de ovejas. David mismo fue pastor de ovejas y sabía de lo que hablaba y Dios lo utilizó para que escribiera este salmo.
         Dios a través de la Biblia presenta a los israelitas y a los cristianos como ovejas, esto así por algunas características que tienen tales animales y que se parecen a características que nosotros tenemos también.
         En el salmo 23 el héroe es el pastor, el que ejecuta es el pastor y el receptor y beneficiario es la oveja, en este caso era David, pero en sentido general se aplica también al cristiano.
        

I.- DESARROLLO
1.- Jehová es mi pastor: (v. 1) Debemos definir qué es un pastor: es la persona que guarda y guía el ganado al aire libre. El término suele utilizarse para nombrar a quien se dedica a la cría y el cuidado especialmente del ganado ovino, pero también del ganado bovino y caprino.  El trabajo del pastor se conoce como pastoreo, justamente porque debe quedarse observando a los animales mientras ellos pastan. Es muy común que estos trabajadores lleven consigo a unos perros entrenados para obedecer sus órdenes y conducir correctamente al ganado. A estos perros se los conoce con el nombre de perros pastores.
         David consideraba a Dios como su pastor, su guía, su conductor, su cuidador, quien andaba con él, compañero, apacentador, dueño.
         Producto de que Dios era su pastor, entonces no carecería de nada, no le faltaría nada, no querría más nada. Pero esta expresión también implica que el rey no fracasaría y que Dios no lo defraudaría.
a.- Le proveería buen alimento: (v. 2a) Dios le haría pastar, habitar y morar en lugares de pasto verde, de hierba o grama jugosa, nueva. No en lugares de pasto duro y seco.
         Habla de pastos tan abundantes que se podría descansar allí, tendría reposo, se podría echar y no cansarse buscando, tendría lo suficiente y necesario.
b.- Le proveería buena agua: (v. 2b) El salmista habla de que Dios le proveería un lugar con agua corriente, con un manantial o lugar que se podría hasta bañar, un lugar de consolación, de paz, de descanso, donde podría reposar.


2.- Jehová conforta el alma: (v. 3) El alma es esa parte del ser humano que no se ve, que está habitando dentro del cuerpo. Es la parte con la cual el ser humano expresa emociones y sentimientos, con la que toma decisiones y con la que aprende y muestra su inteligencia. Es lo que nos hace personas y no animales.
         David dice en este salmo 23 que Dios es quien alienta, conforta y restaura el alma. Jehová es quien le da vitalidad y aliento al alma cuando desfallece o peca.
         Dios es quien guía o conduce a la persona por caminos derechos, a lo que es justo y recto. El Señor es quien hace prosperar el alma, crecer, madurar, aprender.
         Pero dice que el Señor hace tal cosa para su gloria, por amor a su nombre, para ser recordado, para mantener su fama. También por causa de quién es Él, debemos ser santos porque Él es santo.

3.- Jehová nos acompaña y alienta: (v. 4) El salmista decía que aunque caminara por un lugar de densa oscuridad, un lugar tenebroso, un lugar de calamidad y que le puediera llevar a la tumba él no se amedrentaría, no se espantaría y no se doblaría ante ello.
         El salmista dice que no temería mal alguno, la adversidad, la aflicción, el dolor, la calumnia, aun el castigo, la tristesa y tampoco al malo, al perverso, al destructor y al impío.
         El rey David confiaba en que en medio de todas esas situaciones Dios estaba con él. Dios era su compañero en medio de toda situación de peligro y dolor, Dios estaba junto a él.
         La vara y el cayado del pastor, instrumentos a veces hasta de disciplina, le darían ánimo, respiración, consuelo y hasta arrepentimiento si fuera necesario. Le darían protección ante el ataque del enemigo, serían los instrumentos de venganza de Dios.

4.- Jehová es quien escoge y bendice: (v. 5) Dios es quien nos bendice, nos alimenta y prospera ante los ojos de los adversarios, de los que nos causan dolor y aflicción.
         Dios lo ungió con aceite en señal de que David sería el rey, que a él fue a quien Dios escogió. La unción se hacía derramando aceite sobre alguien a quien Dios escogía como rey, sacerdote o profeta. Era una señal de su elección y de que el Espíritu Santo vendría sobre tal persona.
         Todos los cristianos somos ungidos, somos reyes y sacerdotes para Dios, recibimos el Espíritu Santo al creer en Cristo, hoy no hay un ungido especial en el pueblo de Dios.  Somos los escogidos de Dios por su gracia y soberanía.
         El salmista también decía que su copa estaba rebosando, tenía abundancia y que estaba satisfecho. No carecía de nada que fuera necesario. Dios lo prosperaba.

5.- Jehová haría que sólo lo bueno nos siga: (v. 6) Producto de que Jehová era su pastor, el salmista nos dice que sólo lo bueno y la bondad de Dios le seguirían.
         Lo bueno y la fidelidad de Dios correrían detrás de David. La idea es de alguien escoltando a una persona. Esa era la seguridad del salmista para todo su vivir.
         El gozo del salmista era la presencia continua de Dios, gozar de Dios. Tanto en la habitación o casa terrenal como en la habitación celestial.
III.- CONCLUSIÓN
         Leer todo el Salmo 23 con la congregación y terminar.


Predicador: José Amado Silvestre Martes

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